Hoy, día 1 de Noviembre hace justo un mes que tenemos gato. Teníamos ganas desde que estuvimos en casa de Pandra hace algo más de un año (chinchilla blanco), nos dieron más ganas en casa de mi amigo Rafa (persa gris atigrado), y ya la hermana de Caro, Diana, que terminó de rematar la faena con una gatita común negra. La verdad es que aunque tengamos gato desde Octubre llevábamos buscando, aproximadamente, desde marzo. Pero como nos íbamos de viaje buena parte del mes de Agosto, no quisimos adoptar hasta volver del viaje. De todos modos, aun habiendo querido, no hubiéramos podido encontrado gato en esas fechas, ya que buscar uno del tipo que nos gustaba estaba muy complicado: casi todos estaban reservados de hacía tiempo. Principalmente queríamos una hembra de la raza Sagrado de Birmania, o Ragdoll de patrón de color Seal (como un siamés) o Mitted (igual, pero con las manitas blancas). Finalmente contactamos con Montse de Isla de Brétema Ragdolls y dimos con un macho precioso, un Ragdoll Seal Mitted con llama blanca en la frente, que tenéis aquí abajo.
Neko sentado en la alfombra, a los pies del sillón desde el que escribo este blog.
Neko ( 猫 ) es la palabra japonesa que significa «Gato». Dado que Caro y yo (sobretodo yo, si) vinimos muy flipadetes de Japón, teníamos bastante claro que queríamos ponerle un nombre japonés al gato. En principio, como queríamos una hembra, pensamos en ponerle Yumi (由美) , como mi buena amiga japonesa. Significa «Bello atardecer». Al ser macho, Yumi no le pegaba demasiado, y estuvimos dudando entre Tokyo, Sake, o Neko. Finalmente elegimos Neko. Hoy tiene casi 4 meses y crece muy rápido y bien.
El caso es que estamos encantados con él desde que ha llegado. Es precioso, muy tranquilo y manso. Bastante comilón, un poco regordete, mimoso y algo maullador. Desde que está con nosotros, la verdad es que somos más felices.
Un saludo para todos los lectores que tienen gato, que sé que hay bastantes :)